Dos años en el Consejo Tutelar para Menores es la sentencia que se dictó ayer al joven que asesino de varias cuchilladas a un jovencita de Montemorelos, en un crimen que cimbro a la comunidad de toda la región y el Estado.
Aprovechando una asesoría legal perfectamente sustentada para obtener todos los beneficios que la nueva ley ofrece a menores de edad, el joven, hoy asesino confeso, se declaró culpable de inmediato lo que lo llevo a tener lo que se conoce como un juicio abreviado, que además de no permitirle encarar a la familia de la afectada, ni revivir el acto terrible que cometió le otorgo la reducción de un año de la sentencia máxima que podría alcanzar por tener quince años al momento del ataque.
De esta manera, Diego de quien no se pueden proporcionar sus apeidos, ni mostrar su fotografía también por la protección que la misma ley le da, solo se hizo acreedor de acuerdo al juez que lo juzgo de dos años de estancia en el citado consejo donde se da tratamiento a los menores que cometen actos delictivos.
Como se recordara este adolescente, estudiante de la Escuela Preparatoria Ignacio Carrillo Franco de la Universidad de Montemorelos asesino el pasado 7 de octubre a la joven Daniela Jiménez, una estudiante brillante, hija de una familia muy querida del municipio dentro de la comunidad adventista de la ciudad a la que el joven y su familia también pertenecen.
El día de los hechos el muchacho agredió a la chica con un cortador de los denominados cuter en un acto que las autoridades tipificaron como feminicidio pues el fiscal logro comprobar que se cumplieron todas las agravantes para calificarlo así, es decir que hubo acoso previo, el homicidio se cometió con violencia extrema, y se dio la mutilación toda vez que la herida que le causó la muerte fue muy profunda.
Sin embargo y a pesar de que se comprobó la saña de la acción, la ley solo permite castigar a los menores hasta cumplir su mayoría de edad, y en este caso la declaración de culpable del menor le permitió que se le redujera uno, por lo que la sentencia quedo en 2.
El joven originario de Mazatlán y cuyos padres viven en la ciudad de México, tenía pocos meses en el municipio cuando cometió el crimen, se dijo que había llegado al inicio de clases en la citada preparatoria en el mes de agosto y fue justo ahí donde conoció a Dany.
Trascendió que en la familia del muchacho hay reconocidos litigantes, lo que le habría permitido tener una fuerte defensa legal .