Productores solicitarán a Diputados Federales instalar la Subcomisión de Citricultura
Si bien la citricultura en Nuevo León en los últimos años ha enfrentado diversos retos, como contingencias climatológicas, sanitarias y desplome en los precios, hoy en día la actividad es estable. Este 2018 los citricultores invirtieron $40 millones de pesos para modernizar sus plantas, tramitar certificaciones y crecer en exportación.
Raymundo Treviño Parás, secretario de Finanzas del Consejo Nacional Citrícola, comentó a Virgilio Bucio Reta, delegado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) en Nuevo León, que los citricultores han superado escenarios difíciles tanto a nivel estatal como nacional, por lo que frente al cambio de administración federal esperan que el apoyo continúe para este sector.
El empresario adelantó que a través del Consejo Nacional Citrícola buscarán un acercamiento con el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, y así conocer los planes para el campo. En tanto que a los diputados federales les solicitarán crear la Subcomisión de Citricultura, que dé seguimiento a asuntos sanitarios estratégicos como HLB y mosca de la fruta; así como apoyos para la modernización del sector.
“Actualmente, la producción nacional oscila entre cuatro y seis millones de toneladas de cítricos. La inocuidad es un tema que debemos tratar abiertamente, para mejorar, para exportar más y poder penetrar en otros mercados”, dijo.
Raymundo Treviño Parás, quien también funge como tesorero del Sistema Producto Cítricos Nuevo León, reconoció que el gobierno los ha apoyado mucho.
“Sobre todo en sanidad tenemos incentivos. Como productores decimos que no es suficiente pero sí recibimos apoyos muy importantes”.
A su vez, Virgilio Bucio Reta comunicó que este año tan sólo en la campaña contra mosca de la fruta se destinaron más de $20 millones de pesos; $16 millones por parte de la SAGARPA, y el resto lo aportó la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (SEDAGRO).
NUEVAS GENERACIONES IMPULSAN ZONA CITRÍCOLA
Raymundo Treviño Parás resaltó que la citricultura es una actividad económica que ha logrado consolidarse en el Estado, principalmente por el impulso de productores que hoy forman parte de una tercera o cuarta generación de empresas familiares, que siguen con esta tradición.
En la región las naranjas gozan de prestigio por su color y sabor, que comercializan empresas como Distribuidora Mexicana de Cítricos (DIMECI), Distribuidora de Naranjas Tamez, Empacadora MAVI, Empacadora México Valle del Pilón y Tres Ases, entre otras.
Recordó que en 1983 y en 1989 municipios como Linares, General Terán, Allende y Montemorelos resintieron dos desastres naturales. Había más de 40,000 hectáreas plantadas, y por las bajas temperaturas la cifra disminuyó a las 25,000 o 30,000.
“Se nos repitió una helada de muy alta intensidad con un lapso de seis años, hubo huertas que se perdieron completamente. Antes la Asociación Mexicana de Empacadores estaba integrada por 27 plantas, ahora somos 9 o 10; la mayoría cerró porque vivimos una época muy difícil debido a precios muy bajos, se cerraron las puertas de exportación, debido a las plagas, y se nos exigió nuevos esquemas de fumigación, tuvimos muchos contratiempos que ocasionaron que la citricultura se nos viniera abajo”.
No obstante destacó que las empresas de la Región Citrícola tienen mucha historia, son negocios familiares, cuyas nuevas generaciones vienen impulsando fuerte la actividad pagando altos costos, para alcanzar certificaciones y explorar nuevos mercados, y cumplir con reglas de inocuidad y calidad.
“Hay gastos que tenemos que hacer de millones de pesos, que pasarán años para recuperar la inversión. Las empacadoras están en etapa de modernización, algunas han sido apoyadas con tecnología en la maquinaria electrónica. Actualmente en Montemorelos, hay cinco plantas con inversiones que probablemente alcanzan los $40 millones de pesos”, indicó Raymundo Treviño.
En la región prevén cosechar aproximadamente 350,000 toneladas de diversos cítricos.