A raíz de la muerte de Fidel Castro, líder revolucionario que cimbro el mundo, se han dado una serie de especulaciones sobre su presencia en gran parte del país planeando la famosa Revolución Cubana, de dicha actividad casi no hay registro oficial, pero un historiador de Nuevo León asegura que de lo que si hay una crónica es de su estancia en Montemorelos, sitio que escogió para almorzar en un reconocido Hotel de la localidad.
De acuerdo a Hector Jaime Treviño Villarreal hay un libro de nombre “La Palabra Empeñada”, editado por la Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado. La Habana, abril 2005 de Norman Acosta, Heberto, donde se narra la estancia de Fidel y sus seguidores en esta ciudad de la región citrícola.
“ Muchos afirman que Fidel estuvo en Nuevo Leòn, pero de nada hay registro, la única evidencia es el relato anterior, cuya fuente se anota; es el libro más serio escrito por un cubano sobre la Revolución en su país en dos tomos.” dice Treviño Villarreal es historiador de la entidad quien ha posteado parte de este libro, donde se describe el viaje de Fidel por Montemorelos.
“ Con la reciente muerte de Fidel Castro Ruz líder de la Revolución Cubana, se han revivido las leyendas urbanas sobre su estancia en Monterrey; claro que estuvo en Monterrey, pero es dificil encontrar las evidencias, sólo está comprobado que FIDEL CASTRO ALMORZÓ EN MONTEMORELOS EN EL HOTEL KASINO, en su paso a los Estados Unidos para conseguir dinero y armas, como se afirma en el siguiente relato” dice n su post “ Toda esa mañana el auto continúa camino, hasta llegar en las primeras horas de la tarde a la ciudad de Montemorelos, estado de Nuevo León, a unas 50 millas al sur de Monterrey. Se detienen para almorzar en el hotel Kasino y después Fidel, Faustino y Rafael del Pino se separan del grupo, para trasladarse a la ciudad de Reynosa, estado de Tamaulipas, donde aguardan toda la noche para hacer el cruce de la frontera al día siguiente.
Por su parte Montané, Melba e Inés Amor, al no encontrar alojamiento en el motel de Montemorelos debido a una convención que allí se celebra, se ven obligados a trasladarse aquella tarde en el mismo auto, conducido por Montané, a la ciudad de Monterrey, donde se alojan en un pequeño hotel” Dicho post el historiador lo acompaña con fotografías de Fidel y del Hotel Kasino con su fachada de esos años, no se especifica si las fotos son de ese libro mencionado.